Este pasado fin de semana me encontré con un antiguo compañero de infancia y de estudios, pues habíamos hecho el ingreso y bachillerato en el mismo colegio. Hacía ya algún tiempo que no nos veíamos así que nos hemos invitado mutuamente a un café para recordar viejos tiempos y hacer un balance de nuestras experiencias profesionales respectivas, ginecología y psicoterapia, vistas ahora en perspectiva, cuando ya se pueden extraer algunas conclusiones.
El equilibrio según Melanie Klein
La psicoanalista Melanie Klein prosiguió las investigaciones de Freud, descubriendo las fases iniciales del desarrollo infantil, a través del juego, demostrando al mismo tiempo que el psicoanálisis infantil era el futuro. "El equilibrio no significa evitar conflictos, implica la fuerza para tolerar emociones dolorosas y poder manejarlas".
El suicidio, tema tabú
Los datos hablan por sí solos. Después de Asturias, Galicia es la segunda comunidad autónoma con mayor tasa de suicidios de España, y la quinta en el número absoluto de muertes por esta causa. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), y con fecha anterior a la pandemia, en 2019 se suicidaron en España 3.671 personas. En 2020 y en Galicia, 307 personas: 220 hombres y 87 mujeres. Aunque es cierto que la concienciación alrededor de las problemáticas vinculadas con la salud mental en general (10 de octubre, día mundial de la Salud Mental), y la depresión en particular (13 de enero, día mundial contra la depresión), va en aumento (en gran medida a través de las redes e Internet), en la mayor parte de ámbitos sociales, así como en medios de comunicación tradicionales, la lacra del suicidio sigue sin tratarse todo lo que se debería.
La frustración
Ésta es la palabra clave para detectar cuándo algo anda mal en la vida de una persona: es como el termómetro de la mente de un sujeto; así como el médico, cuando el paciente le manifiesta encontrarse mal, lo primero que hace es comprobar la temperatura corporal, la reacción de la frustración es la “señal”, la fiebre de la vida mental.
La reclusión: cómo sacarle partido (posibilidades terapéuticas)
Esta es una experiencia nueva para la mayoría de los ciudadanos. El recuerdo que mi mente, como toda mente, que instantáneamente buscó entre las experiencias pasadas, algo similar para no sentir la angustia de lo novedoso, fue una película de Buñuel, vista hace muchos años, en la que los protagonistas estaban recluidos en una parte de la casa, en el salón, siendo incapaces de abandonarlo de puro bloqueo.
Nuestros conflictos psicológicos
“El proceso de combatir algo sólo alimenta y fortalece aquello contra lo que luchamos”; Jiddu Krishnamurti. Retomamos este aforismo porque resume muy bien el proceso de nuestros conflictos psicológicos: algo que forma parte de nuestro ser y que no aceptamos como nuestro porque nos resulta desagradable y, por ello mismo, tratamos de desembarazarnos, de sacárnoslo de encima, precisamente porque no nos gusta la imagen nuestra con “esa” característica, que tildamos de defecto o torpeza; las hay de muchas clases: obsesión por la limpieza, por el orden, ideas compulsivas (impulsos a cometer acciones que no se desean realizar), fobias, etcétera.
El sufrimiento
Suele asociarse el sufrimiento con cuadros psicológicos, como es el caso de depresión, la tristeza o el abatimiento, como si fuese una característica propia de esos estados, cuando, en realidad, es un denominador común de toda nuestra sociedad, y que está en el trasfondo de nuestra cultura, siendo un indicativo de que la misma hace aguas por todas partes, y de ahí las evasiones a través del alcohol y las drogas.
El miedo
Uno de los motivos frecuentes de consulta es el miedo. Otras personas para referirse a esa misma emoción emplean la palabra temor. ¿En qué consiste ese sentimiento que puede llegar a ser tan intenso (entonces se convierte en emoción) como para llegar a ser un bloqueo total? Muchas veces la persona que se siente afectada por un ataque de estas características le tiene más pavor a los síntomas orgánicos que lo acompañan que al propio objeto o causa de los mismos, causa (frecuentemente diría) que puede muy bien no saberse cuál es; dichos síntomas suelen ser un ritmo cardíaco cada vez más acelerado, con fuertes palpitaciones y que asustan mucho, acompañadas de una respiración entrecortada, dificultosa.
El sentimiento de culpa
Podríamos definir el sentimiento de culpa como una sensación generalizada de miedo o angustia, vivenciada la mayoría de las veces como un estado flotante de intranquilidad,sin saber de dónde procede, con incapacidad para vincularla con algo concreto, pero que es muy desagradable porque no deja tener paz, tranquilidad, con un desasosiego constante en el estado de ánimo.
El déficit de atención
Cuando los padres observan que su hija/o no tiene unos rendimientos académicos satisfactorios y que más bien rehúye las situaciones de estudio y aprendizaje, comienzan a inquietarse y a buscar la solución: van de un sitio a otro hasta que alguien le da el diagnóstico: ”Tiene déficit de atención”.