Si la supervivencia de una sociedad depende de unos miembros de la misma que se encarguen de transmitir a las nuevas generaciones las ideas o conceptos en los que esa cultura se apoya, también puede ocurrir que muchos de los problemas con los que se enfrente tengan su raíz en su propio pasado porque nunca se ha reparado en los errores que esa misma transmisión portaba. Este es el caso.